Una de las pocas películas de triadas de Hong Kong que hemos visto este año ha sido Colour of the game, una obra al más puro estilo hongkongués, emulando las grandes obras clásicas de maestros como Johnnie To o Andrew Lau; la película quizás ha pasado un poco desapercibida a nivel mundial porque ahora se ve que se llevan más otros géneros y estilos, pero nos acabamos de enterar que es el final de una trilogía de esas que no son continuación una de la otra, sino que juegan con temas y personajes similares, y la forman las películas Colour of the truth y Colour of the loyalty, todas dirigidas por el mismo director y con un elenco de actores de fama reconocida.

El gran capo de las tríadas organiza una fiesta por su cumpleaños, todos sus súbditos están allí, pero el hijo de uno de sus más cercanos lugartenientes se pasa un poco con el alcohol y las drogas y acaba violando y matando a la amante del capo; en principio todo queda así, con un susto, pero más adelante, el capo manda que envíen un comando para matar al niñato que le arruinó la fiesta. Para eso contactan con una vieja gloria que en sus tiempos fue uno de los mejores; él cuenta con su equipo de toda la vida, un expresidiario, un lisiado, una joven mecánica y a su mano derecha, un tipo duro experto en el combate cuerpo a cuerpo. Se dirigen a cumplir con su trabajo, que puede ser el último para muchos, que ya se quieren retirar, todo tranquilo hasta que se dan cuenta de que en realidad nada va bien y les han tendido una emboscada, además de tener la policía pegada a ellos en todo momento; es por eso que al principio piensan que debe haber un infiltrado en su grupo, pero también desconfían de quien les contrató para este plan, así que en vez de seguir con el asesinato, prefieren averiguar primero quien les ha traicionado, descubriendo que nadie es lo que aparente, todo el mundo quiere más poder y se están traicionando unos a otros con este equipo en medio de todo.

Como decíamos, la película tiene todo el estilo de los clásicos de la época dorada del Hong Kong noir; esas películas de mafias en las que lo más importante no era el argumento en sí, si no retratar perfectamente el estilo de vida y las localizaciones más típicas de Hong Kong, además de unas buenas escenas de acción y reflejar unos personajes bien definidos y con unas personalidades duras y la mayoría de veces incompatibles entre sí, lo que daba lugar a situaciones de gran tensión. Pues ésta película tiene todo esto de una forma muy cuadrada, parece como si alguien hubiera hecho un manual de estilo de esos clásicos y aquí se hubiera aplicado punto por punto.

Aquí nos encontramos sobretodo con un estilo bastante logrado, muy clásico todo, con un grupo heterogéneo de maleantes con tanto carisma que el público quiere que se salgan con la suya; con unas personalidades muy bien definidas, tanto de los protagonistas, como de los villanos y los secundarios; con muchos conflictos entre ellos que se deberán resolver para poder sobrevivir a base de una actuación conjunta; luchas de poder y traiciones; algunas escenas de mucha tensión y como siempre, mucha camaradería, etc.

Con algunas escenas de acción intercaladas por medio de la película, pero sobretodo con una gran escena final en la que no sólo se desvelan todas las intenciones de cada una de las partes implicadas, sino que también sirve como final explosivo lleno de acción, muertes, persecuciones, etc. En general un ritmo bastante rápido, que en cuanto decrece es sólo para meter alguna escena de tensión, algo más lenta, pero igualmente emocionante.

El único problema que le vemos a la película es su poca originalidad, y mira que nos encantan este tipo de películas, pero tanto el total como la mayoría de sus escenas nos recuerdan otras parecidas de los ’80 y ’90, tanto en contenido como en estilo, que además fueron dirigidas por grandes del género, así que ésta que vemos ahora se queda algo pequeña en comparación. Pero no estamos diciendo que sea una mala película, sólo que no se puede comparar con los grandes clásicos del género que hemos visto en nuestra vida, pero en caso de que alguien se inicie en el género o que pueda verla sin que su mente necesite compararla, consideramos que es una ran película.

Y aunque el director Kam Ka-Wai sea algo novato, sí que ha trabajado como segundo en películas de renombre y a partir de aquí ya se le han dado algunos proyectos importantes para ver lo que sabe hacer; y en ésta película ha sabido contar con actores clásicos como Simon Yam (Midnight after, Two thumbs up) o Lam Suet (Sparrow, Vengeance) así como con nuevas promesas como Jordan Chan (League of Gods, Trivisa) o Philip Ng (Treasure Inn, From Vegas to Macau).

En definitiva, una buena película que sigue la estela dejada por los grandes clásicos de mafias del Hong Kong noir; para los fans del género puede estar bien tener una actualización y una muestra reciente del estilo, ya que no se hacen demasiadas películas de este tipo; pero comparada con las que todos hemos visto ya, es un poco más de lo mismo.

• Lo mejor de la película:

Nos encantan este tipo de películas, aunque no sean del todo originales.

• Lo peor de la película:

Está bien, pero tampoco pasará a la historia.

https://www.youtube.com/watch?v=u9R3Sxu8lN8&t=13s