Gokudolls: Backstreet girls, el live action que nadie necesitaba

Gokudolls: Backstreet girls

Hoy tenemos para vosotros otro de esos locos live actions que se están haciendo últimamente en Japón, y no es loco porque la película sea muy cafre, sino porque viene de una idea muy original. Se llama Gokudolls: Backstreet girls y nos llega después de que el manga y el anime tuvieran un éxito brutal, así que casi tenía una garantía de éxito muy grande. En esta ocasión sí que hemos visto el anime y leído algo del manga, y aunque las comparaciones sean odiosas, haremos una reseña viendo las tres opciones (aunque nos centremos en la película). De momento os adelantamos que, tal y como hicimos nosotros, hay un combo brutal, que es ver el documental Tokyo Idols y después este anime (o en su defecto, el live action) ya que, además, ambos se encuentran en Netflix.

Gokudolls: Backstreet girls
Unos yakuzas de cuidado

Empezamos como una película de yakuzas, con tres delincuentes aspirantes a jefes que se meten con la banda rival por su propia cuenta; la cosa no les sale muy bien ya que esa banda tenía algunos acuerdos con la suya y su jefe les acaba regañando tanto que casi les corta un dedo. A cambio de dejarlos completos, les propone un trato, y es que ha visto todo el dinero que hay detrás del fenómeno de las idols y quieres mandarlos a Tailandia para hacerles una operación estética y convertirlos completamente en jovencitas guapas para formar un grupo y empezar a hacer dinero con ellas. La operación va perfecta, y ellos empiezan a conquistar corazones, pero mentalmente seguirán siendo los yakuzas arrogantes, borrachos, brutos y con ganas de pelea de siempre y eso se notará; añadiendo las malas condiciones con que los tratan y algún problema que tienen con el gran concurso de idols, hará que nada sea tan fácil como pensaban.

La película tiene un inicio que nos ha encantado, muy típico de película yakuza japonesa de poca monta, bastante oscura y sucia y con unas buenas peleas entre bandas (de esas de bates de beisbol y cuchillos), todo bastante auténtico. Más adelante la cosa ya se desmorona un poco y, aunque la idea es muy original y empieza bastante divertido, se va repitiendo bastante y acaba cansando un poco.

El ritmo de la película no ayuda nada, ya que se trata un poco en forma de cómic, en el sentido que está casi hecha por capítulos, en vez de intentar narrar una historia principal y adornarla con otras tonterías, se basa más en ofrecer varias historietas cómicas separadas, en realidad sin demasiada relación entre sí a parte de los personajes y su punto de partida; incluso nos van poniendo algunos trozos de canciones o de conciertos para que veamos cómo van como idols, pero que no hacen más que entorpecer la narración.

Gokudolls: Backstreet girls
Unas idols bastante petardas

Es verdad que estamos hablando de una película de humor absurdo y que estas cosas no deberían importar mucho, pero quizás el haber visto primero el anime (que nos encantó) ha hecho que veamos esta película como algo bastante inferior. Y es que, además de la forma de contar las cosas, hay una diferencia muy grande con el anime y que se acrecienta aún más en el manga, y es que la película es bastante comedida, algo para todos los públicos y sin desfasar demasiado, en cambio tanto el anime como el manga basan todo su humor precisamente en las aberraciones más grandes que puedan contar, en poner a yakuzas muy machos en situaciones de idols, en la relación con el resto de la mafia, en mostrarnos las caras o las voces de los protagonistas masculinos dentro de sus cuerpos femeninos, etc. y en el live action tienen suficiente con mostrar el punto de partida y alguna situación más o menos graciosa.

Las actrices que hacen de idols tampoco ayudan mucho, ni son buenas actrices (ni siquiera exagerando actuación como suelen hacer los japoneses), ni son idols de verdad, ni son tan guapas como deberían; los actores que hacen de yakuzas parecen convencernos más, pero casi ni los vemos en la película, por lo que tampoco importa.

En definitiva, después de pasarlo como enanos con la serie anime, su live action nos ha decepcionado bastante; suponemos que en esta ocasión se ha querido hacer algo simple y tonto para todos los públicos en vez de intentar contentar a los fans. Recomendamos ver la serie y olvidarse de esta película.

  • Lo mejor de la película:

Un inicio muy convincente.

  • Lo peor de la película:

Unos momentos de humor más ridículos que no cafres.

No os dejéis engañar por el póster tan molón, nada que ver con la realidad.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *