Hoy seguimos con The snare, que es la segunda parte de la trilogía extrema japonesa Hanzo the Razor. Ya os comentábamos ayer sobre esta trilogía, pero por si acaso, se trata de unas películas de los ’70 que se hicieron en Japón con temática chambara, pero con un estilo muy de serie policial de los ’70, con un anti héroe que era muy duro y peligroso (una especie de Harry el sucio) y todo un crack en la cama, que resolvía los casos entre combates de katanas y acostándose con las sospechosas. Así que, después de una primera película algo simple, pero que nos servía muy bien como presentación, vamos ahora con la segunda parte.

En esta segunda parte empezamos directamente con el caso que nos ocupa que es, en un principio, el asesinato de una mujer que encuentran tirada en un molino y que Hanzo enseguida deduce que ha sido víctima de un aborto en un templo sagrado. Investigando un poco, llega a unos templos sólo para mujeres en los que las menos adineradas del pueblo acuden porque no pueden mantener a familias numerosas; pero no sólo esto, investigando más llega a saber que muchas de estas mujeres son usadas para complacer sexualmente a los hombres ricos a través de abusos sexuales y otras cosas que no pueden hacer a sus mujeres. Después de unos cuantos interrogatorios y comprobar por sí mismo la verdad, Hanzo llega a la conclusión de que la mayoría de las tragedias de la clase pobre son por culpa de la devaluación de la moneda que están practicando los ricos expresamente, mientras ellos se quedan las monedas buenas. Hanzo intenta cambiar la situación, pero entonces se encuentra, como siempre, con influencias en las altas esferas que hacen que sus jefes le prohíban investigar más, incluso que sólo se pueda redimir atrapando a un ladrón que quiere robar la casa dónde se fabrican las monedas, y él no tendrá más remedio que aceptar.

Cuando os contábamos la primera parte de la saga, os dijimos que quizás no era tan extrema como nos habíamos pensado, pero eso era sobre todo por el hecho de haber tenido que presentar a los personajes, ponernos en situación, etc. como ahora todo este trabajo ya está hecho, se ha podido ir directamente al grano y consideramos que ésta segunda parte no sólo es más extrema que la primera en todos los sentidos, sino que además va directamente al grano y a lo que nos interesa a un público como nosotros, sin entretenerse en explicaciones del caso, metodologías, etc. De todos modos, tenéis que saber que se podría mirar esta película sin haber visto la anterior, no os perderíais nada importante.

Así que, nada más empezar, ya tenemos un enfrentamiento entre Hanzo y el que se convertirá en su némesis (un tipo igual de bueno que él con la katana, pero que trabaja para los ricos), un enfrentamiento que seguirá presente durante toda la película, hasta que se resuelva en su final; así ya tenemos un aliciente más para ver la película, no sólo un caso policial, le estamos dando aun más carisma a nuestro protagonista. Y de ahí  a la gloria, a Hanzo no le cuesta nada descubrir a los criminales: desde acertar en un momento la causa del asesinato hasta descubrir e introducirse en la red de criminales que están perjudicando a la gente del pueblo, como siempre gracias a sus torturas sexuales con las que puede conseguir lo que sea de cualquier mujer.

Pero no sólo es eso, sino que aquí vamos mucho más allá en cuanto a incorrección política, sexo, violencia y gore… ya que, cuando en la anterior entrega nos quejamos de que había tan sólo un par de escenas de lucha y otro par de sexo, aquí el tema se multiplica exponencialmente, no sólo con más escenas de sexo, sino que además le agregan desnudos gratuitos y alguna aberración como la violación de una sacerdotisa sagrada; también en acción vamos mucho mejor servidos, con luchas a katana, pero también la introducción de muchas nuevas armas y artificios, e incluso en la parte más gore con torturas algo sádicas, tanto a interrogados, como el mismo Hanzo a sí mismo.

Y por supuesto, si leísteis nuestra reseña de la primera parte de la saga Hanzo the razor, seguimos con ese estilo, música, tipo de argumento, etc. que tomó el director influido por las series policiales de la época, lo que vuelve a hacerla un  chambara único en su especie.

En definitiva, si habéis visto la primera parte de la saga, no podéis perderos esta segunda, mucho más violenta, con más sexo, directa al grano y sin ningún tipo de tonterías, pero aprovechando el mismo personaje sin cambiar nada porque ya era inmejorable. Si no conocéis la saga, podéis ver esta parte tranquilamente y os sorprenderá sin duda.

• Lo mejor de la película:

Aprovechar lo mejor de un gran personaje para ir más allá y ofrecernos un espectáculo salvaje.

• Lo peor de la película:

Algunos trucos repetidos de la primera parte, como el helicóptero o el falso hara kiri.

https://www.youtube.com/watch?v=2qwRTC0p3mM