Hoy nos atrevemos ya con la reseña de la última película de la saga de cine extremo japonés Hanzo the Razor, titulada Who’s got the gold? Esta es la película que cierra la trilogía y, como tal nos intenta ofrecer un final bastante digno, pero sin acabar de clausurar por si podía haber algún tipo de continuación. Después de ver las tres películas, creemos que, quizás no la mejor, pero la más extrema es la segunda parte, ya que la primera nos sirve mucho de introducción de personajes y para flipar con el carácter de Hanzo, la segunda va directa al grano con lo que le gusta al público y se hace mucho más extrema en cuanto a sexo y violencia, convirtiendo al personaje en todo un referente; esta tercera parte no se da un paso adelante, sino que tan sólo se sigue con lo mismo, pero dando un aire algo más personal y efectivo a la historia.
La historia empieza, como siempre, con un caso que llega casi de casualidad, investigando la aparición de un fantasma que resulta ser una mujer custodiando un dinero escondido que resulta ser parte del tesoro nacional. Siguiendo con su investigación descubre un terrateniente (ex-samurai) que se está aprovechando del pueblo y convirtiéndose en el señor de todo, incluso mangoneando a un samurái amigo de Hanzo para dejarlo sin hombres, dinero ni bienes (aunque hay un objeto especial, una lanza antigua que no le deja a nadie). Además, Hanzo está ocultando en su casa al doctor del terrateniente al que tenía que arrestar por contradecirlo, pero con quien se ha identificado y le ha surgido curiosidad por sus advertencias sobre las armas modernas que vienen de occidente; por esto y por meterse con el terrateniente, vuelve a tener problemas con sus superiores y otra promesa de hara kiri a no ser que se solucionen las cosas. Al final acaba encontrando pruebas de que el terrateniente está haciendo de usurero con el dinero del tesoro y puede detenerle, aprovechando para demostrar el valor de las armas occidentales y acabando con el doctor para que todo se solucione.
La verdad es que, aunque esta tercera parte nos haya parecido que no evoluciona demasiado respecto a sus predecesoras, debemos admitir que el cuerpo central de la película quizás se haga algo repetitivo, pero el principio y el final de la película son demoledores; con un inicio que empieza con los ejercicios diarios de Hanzo para fortalecer su miembro y el descubrimiento del fantasma, a lo cual a él no se le ocurre nada más que intentar acostarse con éste (hasta lo consigue), así vemos que es una película muy radical con un protagonista completamente insolente y extremo, una buena declaración de intenciones; y un final de película en el que quizás echamos de menos una buena lucha a katana, pero que sigue siendo igual de extremo, bombardeando a todos los malos y rematando con la muerte y destrucción de todo lo que hay en pantalla.
A parte de este principio y final a lo bestia, el resto de la estructura de la película es bastante impactante, pero si ya habéis visto las anteriores partes, no es nada sorprendente, sigue el mismo esquema de encontrar testigos o sospechosos por casualidad, sacarles información por las malas (acostándose con las mujeres o extorsionando a los hombres con la amenaza de descubrir todos sus trapos sucios), enfrentándose a la ley y a sus superiores para defender al pueblo, algunas escenas de sexo salvaje y otras de lucha a katana de Hanzo contra un grupo de malvados, etc.
La mayor diferenciación de ésta respecto a sus predecesoras sería mayormente el tema de que en esta ocasión Hanzo se involucra personalmente en el caso, y ya no se trata sólo e proteger al pueblo, sino también de la muerte de un buen amigo suyo, lo que le cabrea más que nunca y nos permite acabar la saga con un gran duelo de espadas y un poco de emotividad.
Por el contrario, creemos que hay un poco de lío con demasiadas subtramas que no vienen a cuento, y es que queriendo introducir el tema de la evolución, el cierre de Japón al exterior, etc. se introduce la trama del doctor y las armas, el cual no aporta absolutamente nada y, a no ser porque nos puede proporcionar un final explosivo, sobra completamente.
El resto, pues en el mismo estilo que el resto de la saga, una gran mezcla entre serie chambara y serie policiaca de los años ’70, con música psicodélica, grandes patillas, desprecio total hacia los malos y hacia la autoridad y el policía más duro y más políticamente incorrecto de Japón.
En definitiva, un cierre de saga muy correcto, con algunas partes muy repetitivas desde las anteriores entregas, pero otras completamente nuevas y sorprendentes. Quizás echamos en falta algo mucho más épico y espectacular para acabar de convertir al personaje en un mito, pero no nos podemos quejar de nada.
- Lo mejor de la película:
Un inicio muy bestia que nos hace ver la magnitud del personaje.
- Lo peor de la película:
Muchas tácticas repetidas de las otras entregas.
https://www.youtube.com/watch?v=S4lQYgAAEr8