Hoy tenemos para todos vosotros otra de esas películas asiáticas que podréis encontrar tranquilamente en Netflix y podréis disfrutar de forma legal y sin problemas de tener que estar localizando como poder verla. Para hoy hemos elegido un thriller coreano llamado Jo Pil-Ho: El despertar de la rabia, no es que se trate de un thriller de esos con alto contenido psicológico, ni uno de esos policiales con una acción brutal, es más bien un thriller de aire realista (o más bien dicho verosímil) y con un aire algo personal.

La historia es la de un policía algo corrupto (lo justo para ganarse la vida, en verdad no es una mala persona) que se alía con un joven para poder robar en distintos sitios que el policía tiene controlados y que sabe que no les pillarán. Todo va muy bien para los dos hasta que deciden robar en un almacén policial, entonces cuando el chico entra en el edificio, éste explota con él dentro y las cosas se empiezan a complicar para el policía; primero tiene encima a los de asuntos internos, que saben que estaba robando, pero más tarde llega a interrogarle el fiscal para saber exactamente qué había pasado, y es que ese almacén estaba muy relacionado con otro de una de las mayores corporaciones empresariales de Corea del Sur, así que nada es casualidad. El policía empieza a investigar un poco por su cuenta, ya que sabe que si ayuda a solucionar el caso, le absolverían por sus delitos; así que al final encuentra a la ex -novia de su compañero, que sin saberlo tiene una prueba definitiva, pero ella es una chica algo especial y problemática, con lo que no se lo pondrá tan fácil. Al final los dos tendrán que aliarse para hacer frente a quien les persigue y poder descubrir la verdad.

Hemos intentado no desvelaros mucho para no soltar ningún spoiler, pero si os leéis nuestro resumen del argumento debéis saber que es mucho más intrincado que sólo esto, y no sólo a nivel de tramas e investigaciones, sino que también va mucho más allá en cuanto a sentimientos y sobretodo en cuanto a la relación entre el policía y la chica (que es en realidad el leit motiv de la película, o lo que la diferencia claramente de otras del mismo estilo), creando en muy poco tiempo toda la evolución de una relación entre dos personajes de dos mundos completamente distintos, pero que acabarán muy unidos por el destino.

Cinematográficamente hablando (fotografía, planos, música, etc.) se trata de una película quizás no excelente, pero sí de una calidad muy elevada, con todos los elementos que la convierten en algo a tener en cuenta no como película comercial para todos los públicos, ni que vaya a gustar a los amantes del cine de autor más intimista, pero con algunas características de las dos vertientes y capaz de agradar a un público bastante exigente.

En cuanto a ritmo ya presenta algunas pequeñas deficiencias, cambiando de estilo durante el transcurso del metraje, con un inicio muy típico de peli de polis corruptos, presentando una situación que ya hemos visto miles de veces, incluso en los momentos de investigación no nos aporta nada nuevo, si no fuera por su calidad cinematográfica nos habríamos planteado si continuar o dejarla allí; en medio de la película y después de un poco de bajón en cuanto al interés que despierta, tenemos algunas escenitas de acción metidas con calzador (suponemos que para despertar la atención del público y prepararlo para una segunda mitad que vale más la pena de ver), y es casi al final cuando la película coge algo de sentido, pero es precisamente cuando se convierte en algo más emocional y sentimental cuando se desmarca y vemos que tiene cierta originalidad (tampoco sin pasarse, que de todos modos, un guión muy parecido ya lo hemos visto otra veces), y lo que de verdad es relevante es su personaje femenino, esa colegiala rebelde con un carácter no sólo muy marcado, sino también muy especial y atractivo.

Con Lee Jeong-Beom (The man from nowhere, No tears for the dead) como director, que aquí deja de lado la acción por la que nos había convencido otras veces y se pone algo más personal, intentando ofrecer algo un poco más íntimo y alejado de la comercialidad. Y con unos actores muy convincentes, pero sin destacar en nada (tampoco sus personajes son nada del otro mundo) excepto la pequeña, que no solo nos ha parecido adorable, sino que la hemos visto muy creíble.

En definitiva, una película más que correcta con una parte técnica impecable, un guión bueno aunque bastante visto ya y unas actuaciones de calidad; bastante atractiva en general, pero cuando después uno se pone a pensar en ella se da cuenta de que en realidad no nos está ofreciendo nada nuevo en ningún aspecto.

• Lo mejor de la  película:

Como hemos dicho tanto el personaje de la chica como la actriz que la interpreta, de maravilla.

• Lo peor de la película:

Para nosotros un villano bastante mediocre.