Sleep, el terror coreano no ofrece nada nuevo

Sleep

Hoy acabamos con las reseñas de las películas que vimos este año en el Festival de Cinema de Sitges, por desgracia lo hacemos con una película que, a pesar de entusiasmar a mucha gente, para nosotros fue una decepción total. Se trata de Sleep, una película coreana de terror que juega con el caso de los sonámbulos y que, a nuestro parecer no tiene nada de terror, sólo una idea o concepción que se adaptaría muy bien al género, pero diríamos que es más bien un drama psicológico con bastante tensión, eso es todo; puede parecer una opinión muy radical, pero para nosotros el terror es algo que realmente nos tiene que despertar una emoción fuerte, y esta película no lo ha hecho.

Sleep
Una pareja bastante sosa

La película trata sobre una pareja de jóvenes enamorados, ella está embarazada y los dos son muy felices, hasta que descubren algo que no sabían. Él es sonámbulo y, después de varios accidentes nocturnos, deciden que esto puede representar un peligro, tanto para ellos dos, como para el bebé cuando nazca. Al principio visitan a un doctor, que les dice que es una afección muy común y que se puede tratar, les da un tratamiento suave para empezar y parece que al principio funciona, pero más adelante, los accidentes nocturnos vuelven a ocurrir y los dos se replantean el caos a su manera, él le pide al doctor un tratamiento más fuerte, que se ve que funciona a la perfección, pero ella consulta a una espiritista, que le cuenta que puede ser debido a una posesión de un muerto cercano y que puede eliminar con sesiones de magia chamánica, pero que tiene un tiempo limitado. A raíz de esto, los dos empiezan a emparanoiarse, lo que derivará en una gran desconfianza mutua y en que cada uno haga las cosas a su manera, hasta que la cosa se salga de madre y lleguen a un extremo radical en el que no habrá vuelta atrás.

Sleep
Las consecuencias del sonambulismo

La verdad es que es una película con un concepto bastante original y, aunque se han hecho otras películas de sonámbulos, ninguna había afrontado el tema de esta manera; toda la historia y el concepto en sí, la mezcla con los fenómenos paranormales, la magia chamánica y tal está muy bien llevada y al principio despierta nuestro interés. Pero el grueso de la película no se centra en esto, sino que, entre los incidentes iniciales, las visitas al doctor y las noches de tratamiento, los problemas personales, los pensamientos de uno y del otro, etc. ya para mitad de película estamos bastante aburridos, hemos perdido el interés y no sabemos si acabaremos la película, ya que no nos ofrece nada nuevo como había prometido en sus inicios, sino que se va del género de terror que pensábamos que disfrutaríamos hacia algo más dramático y personal, inclinándose hacia la vida en pareja.

Por suerte no todo es malo en la película, ya que, aunque carezca de la originalidad prometida, la dirección es más que correcta y, aunque se aleje bastante del género de terror, sí que tenemos un clímax final con mucha tensión, un aumento de ritmo increíble y quizás la única parte con toques sobrenaturales que nos hace considerar nuestro aburrimiento, no sólo por lo que significa, sino por cómo se ha llevado a la pantalla, con unas luces, colores y música bastante impactantes (aunque nunca al nivel de los grandes del terror).

La película está dirigida por un director novel Jason Yu, aunque fue uno de los ayudantes de Bong Joon-ho y eso se nota ya que, aunque no nos haya convencido para nada la película a nivel de cine extremo, sí que tenemos que admitir que no tiene ningún fallo artístico ni de dirección, y que en otros contextos (que no en el de un festival de cine de terror y fantasía, o quizás en alguna otra sección del festival) habrá podido gustar mucho a un público ávido de emociones ligeras y que no supiera lo que iba a ver.

En definitiva, una película muy correcta, pero para nosotros muy alejada del género de terror en el que se supone que se clasifica; una historia original, pero que deriva hacia algo que no define para nada al cine extremo, un final algo más subido de tono, pero tampoco nada especial.

  • Lo mejor de la película:

Al final su hora y media pasa bastante rápido.

  • Lo peor de la película:

Esos momentos de tranquilidad en los que no pasa nada interesante, que son muchos.

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