Vamos a intentar ponernos al día con lagunas películas asiáticas que se han estrenado hace poco y no hemos llegado a reseñar porqué estábamos todavía con lo visto en Sitges. Y queremos empezar, no por la que más nos ha llamado la atención, sino por una superproducción que tuvo bastante repercusión a nivel de taquilla en su momento; os hablamos de The priests una nueva historia de terror paranormal de Corea del Sur. La película ha sido una de las grandes en su país, suponemos que sobre todo debido a la pareja de protagonistas y al marketing que se le ha hecho; pero en realidad no es más que otra copia del clásico El exorcista, pero con un poco de actualización, algunos añadidos más y una escena de exorcismo bastante más potente.
La historia empieza cuando unos monjes del Vaticano se enteran de que en Corea uno de los 12 demonios principales ha poseído a alguien; se trasladan al país y lo sacan del cuerpo, pero cuando ya lo tienen y van a destruirlo, el demonio hace que tengan un accidente de coche, mueran los dos y se queda en el cuerpo de una niña, que por desgracia no es lo que quería, ya que para ser fuerte tiene que estar en el cuerpo de un hombre. Un cura cristiano de la misma ciudad y que conocía a la niña empieza a aprender cómo hacer exorcismos para curarla, pero sus ayudantes no aguantan la presión y se van; así que pide ayuda a la iglesia y le ofrecen un diácono que cumple todos los requisitos formales, pero que es un golfo. La iglesia le manda grabar todo lo que haga el cura, ya que no se fían de él; pero el chico se interesa y se compromete hasta el final con el exorcismo, hasta que llega el día clave y los dos van a sacar el demonio del cuerpo de la niña, pero no será nada fácil.
La película se divide exactamente en dos partes de igual duración: la primera nos sirve para meternos en situación, contarnos que está pasando, y sobre todo los problemas internos de la iglesia cristiana, que en Corea no es demasiado popular y debe mantener las apariencias pase lo que pase, quedando al margen de lo que hace uno de sus hombres; también nos presenta a los dos protagonistas, no sólo quién son, sino también sus traumas, preocupaciones, debilidades… que luego nos servirá para entender mejor los ataques del demonio; esta parte es completamente necesaria, ya que nos cuenta unas cosas que debemos conocer para seguir con el resto de la película, lo que pasa es que está contada de una manera tan lineal y sin ningún tipo de emoción, que resulta bastante aburrida, lo que te hace pensar en dejar de ver la película más de una vez, temiendo que toda ella sea igual. Pasada la primera hora, llega la segunda parte, que se centra en el exorcismo en sí, ocupando toda la segunda hora de la película completa, y aquí sí que cambia la cosa por completo y de una escena a la siguiente, no sólo convirtiéndose en la película de terror que esperábamos, sino que también aumentando el ritmo y la tensión de forma brutal, de forma que parece completamente una película distinta.
Así que al final nos quedamos con un buen sabor de boca, pero sí que es cierto que mirando la película como algo completo, vemos un cambio de ritmo tan radical y sin avisar que no acaba de cuadrar de ninguna manera.
Por supuesto, la escena del exorcismo es increíble, quizás no mucho en originalidad, repitiendo muchas de las escenas o de los cánones de El exorcista original, pero sí que está muy bien actualizada, con unos efectos especiales de aúpa, una tensión increíble, una música excepcional, unas muy buenas actuaciones y una niña que tira más de su propia actuación que del maquillaje en sí (lo que más miedo da de la película). Además introduciendo muy levemente el tema de los exorcismos reales coreanos (que vemos como algo fallido y sin importancia), lo que nos da la impresión de que no sabemos si es una película adaptando la original para el público coreano o de exaltación del papel de la iglesia católica en Corea (cosa que vemos en varias ocasiones).
Casi lo mejor de la película son sus dos actores protagonistas: Kim Yoon-Seok (The yellow sea, Woochi) y Gang Dong-Won (Haunters, Woochi) que aquí hace más de idol guaperas que de actor, pero al final actúa igualmente bien. Con un director novato que se estrena en esta película como adaptación de un corto que él mismo hizo, pero que ha sabido manejarse en un gran presupuesto.
En definitiva, una película poco original, ya que nos recuerde demasiado al clásico El exorcista, con muy poca adaptación a lo que sería todo el mundo oriental y exaltando la iglesia católica (cosa que no entendemos demasiado), pero con una segunda parte muy lograda, llena de tensión y terror.
- Lo mejor de la película:
Toda la escena del exorcismo es muy grande.
- Lo peor de la película:
La presentación del diácono como si fuera una película americana de universidades, no pinta demasiado en este contexto.
https://www.youtube.com/watch?v=_Mq89LG2gfw