Hoy os traemos la reseña de la última película filmada por Johnnie To, se trata de un thriller hospitalario llamado Three y que, aunque ni por asomo supone una de las mejores obras del director, sí que hemos encontrado algún punto de mucho valor. Para los que vayáis a ver la película, ya os avisamos que no tiene demasiado, casi ni la consideraríamos una película completa (teniendo en cuenta el nivel del resto de historias de To y el de cine de Hong Kong en general); pero nosotros la vimos justo después de ver el documental The Weaving of a Dream: Johnnie To’s Vision & Craft y eso nos animó y nos sirvió para entender todo lo que se pretendía con ella; así que os animamos a verlo en este mismo orden para poder disfrutar de lo que hay de bueno en la construcción de la película.
La historia trata de un miembro de una banda, al que la policía dispara a la cabeza y que se llevan al hospital inmediatamente después (a la unidad de urgencias de pacientes con traumas cerebrales). El criminal se puede salvar con una compleja operación, pero los médicos no pueden practicarla por voluntad propia, necesitan una autorización; el problema es que la policía se pasa el día entero encima del paciente para que confiese sobre el resto de miembros de su banda, y él no acepta operarse porque así tiene la excusa de estar convaleciente y no poder colaborar legalmente con la policía, a la espera de que su banda venga a rescatarle, cosa que está seguro que pasará. Así pasan las horas entre otros pacientes (mucho de ellos completamente locos), los problemas personales de los mismos doctores y la policía que acaba aceptando la situación y preparando una emboscada para cuando vayan a rescatar al paciente. Todos acaba en un increíble tiroteo que destrozará el hospital entero.
Esta película consta básicamente de dos partes, y es muy necesario saber que está a punto de llegar la segunda para no aburrirse con la primera y decidir dejar de verla antes de terminar. Gracias al documental que vimos previamente, nosotros pudimos entender (y respetar) la intención de Johnnie To, que era la de pasarse más de la mitad de la película para crear un ambiente y una situación propicia, presentando a todos los personajes del ala del hospital y aprendiendo como se comporta cada uno de ellos, como si se tratara de una obra de teatro, con un solo escenario y con más importancia de lo que dice y piensa su gente, que no de tener algo de acción; y eso lo hace solamente para poder preparar la explosión final: un plano secuencia que durará casi media hora y que representará toda la acción que podemos ver en la película. Así que la verdadera razón de ser de esta obra es la de tener la oportunidad de crear un plano secuencia tan espectacular como este y deslumbrar al público con un trabajo tan bien elaborado; lo que no pensó To es que el público que se emociona con estas cosas, no quiere pasar una hora antes viendo un culebrón de hospital dónde no hay nada de acción.
Tal y como nos decía en el documental, la diferencia entre esta película y otras que puedan parecer iguales, es la elaboración del largísimo plano secuencia, en el que no ha habido ningún tipo de truco, si no que ha sido una grúa con una cámara dando vueltas por la misma habitación, con elementos móviles del decorado que se iban poniendo y quitando para que la cámara tuviera acceso a cualquier rincón , y crear con ello una escena de acción (tiroteos) brutal en la que intervienen todos los personajes de la película, en la que no sólo se ve la acción, sino que se refleja el carácter de cada personaje, en el que sucede el grueso de la trama de la película y no solo eso, sino que aunque parezca rodado y editado para verse a cámara lenta, aquí está el más difícil todavía, está rodado directamente en cámara lenta, con unos actores que tuvieron no sólo que memorizar todas sus acciones durante la secuencia, sino que también tuvieron que recrearlas despacio y todos al mismo ritmo, para que todo saliera bien, no hubiera fallos ni se tuviera que volver a rodar demasiadas veces y todo pareciera real.
Así que en esta película no encontraréis un ejemplo del mejor Johnnie To (Election, Exiled) en cuanto a contar una historia, pero sí un gran ejercicio cinematográfico digno de un maestro, y para hacerlo como Dios manda, con un elenco de actores de alto standing: Louis Koo (Drug war, Overheard), Zhao Wei (Red cliff, Painted skin) o secundarios de lujo como Lam Suet o Michael Tse.
En definitiva, una pequeña rareza para quienes la sepan apreciar y distinguir el valor del arte; para los que no y quieran ver algo entretenido, se han equivocado de película, incluso puede resultar aburrida a ratos.
- Lo mejor de la película:
Aunque no lo vaya a parecer, una acción demoledora.
- Lo peor de la película:
Tener que aguantar mil operaciones y cosas de doctores para llegar a la escena final.
https://www.youtube.com/watch?v=5dkDRof1Q9Y