Hoy os traemos la reseña de una novedad que teníamos pendiente, se trata del último bombazo de cine de acción made in Hong Kong, Raging fire ha sido la última película dirigida por Benny Chan antes de dejarnos, y con ella ha sabido dejar una buena huella. Con unos grandes actores de acción (Donnie Yen y Nicholas Tse) y un director con una larga experiencia en este género, y por supuesto, contando con una producción de altura, no podía salir nada mal, así que para los fans del cine de acción, ésta es sin duda una de las cintas obligadas de Hong Kong del pasado año.
La historia es bastante típica en este tipo de películas, un buen policía (de los mejores), está eliminando toda una red de narcotráfico de Hong Kong, pero cuando se disponen a arrestar al número uno, un grupo armado se le adelanta, eliminan a todos los mafiosos e incluso a algún policía, se quedan con todo y desaparecen. El policía sospecha de unos excompañeros, que fueron echados del cuerpo por cumplir órdenes y que después sus superiores renegaran de ellos; este grupo ha salido ya de la cárcel y se quiere vengar de todos los que los abandonaron, así que nuestro protagonista, que fue el maestro del líder de los insurgentes, deberá no sólo perseguirlos y atraparlos, sino también buscar pruebas que demuestren su culpabilidad, mientras ellos se hacen con el control criminal de la ciudad.
Ya veis que no se trata de un guion muy elaborado ni demasiado original, con los personajes típicos y las situaciones típicas; pero pensando que no estamos viendo otra cosa que una película de pura acción, tampoco necesitamos mucho más, lo justo cómo para poder justificar unas buenas escenas de acción, poner a los personajes enfrentados entre ellos y con sentimientos de por medio y para conseguir encontrar una gran variedad de situaciones y métodos con los que enfrentar a los rivales.
En cuanto a lo que en realidad nos importa, que es la calidad de las escenas de acción, lo primero que tenemos que decir es que están dirigidas por el propio Donnie Yen, lo que nos asegura uno de los mejores niveles del mercado, pero también pensando en esto, tenemos que avisaros que no es una película de artes marciales (aunque tenga algunas escenas de pelea muy buena), sino que inserta, de una u otra manera, toda la gama y variedad el género, desde tiroteos (lo más frecuente), hasta persecuciones, accidentes de automóviles, etc. Teniendo una de estas escenas cada cierto tiempo de la película, como si no hubiera opción a pasar más de 10 minutos de parón y se tuviera que animar la cosa de alguna manera. Por supuesto, las escenas de acción son de gran calidad, que no quiere decir que sean de las más espectaculares que hemos visto nunca, ya que no recurren en ningún momento a artificios como posiciones de cámara imposibles, grandes efectos digitales, cámaras lentas, etc. Si no que intentan parecer lo más realista posibles, eso sí, se nota la experiencia de todo el equipo que las ha realizado y de todos los actores que aparecen; se han conseguido unas escenas muy limpias, elegantes, sin demasiados cortes o esos recursos de los directores novatos, etc.
Como ya hemos dicho, el ritmo general de la película es muy adecuado, con una gran escena inicial y una perfecta escena final, con un continuo de subidas y bajadas entre acción y argumento, con unas escenas argumentales tan típicas, tontas y falsas que te pueden hacer incluso reír (todo y siendo un drama en realidad); pero se compensa porque en poco tiempo sabes que llegará la acción y disfrutarás seguro.
En cuanto a los actores, la verdad es que nos ha convencido muchísimo más Nicholas Tse (The storm warriors, The viral factor) en el papel de un villano muy motivado y bastante loco, que el del propio Donnie Yen (Ip Man, Kung fu jungle) como un protagonista casi sin personalidad; pero la verdad es que también un personaje daba mucho más juego que le otro. Y qué decir de Benny Chan (City under siege, The white storm), quizás no haya sido reconocido como uno de los mejores directores de Hong Kong, pero es verdad que ha hecho algunas muy buenas películas; ésta puede que no sea la mejor, pero técnicamente es impecable (una buena despedida para un artista que ya nos ha dejado).
En definitiva, Una buena película de acción (que no de artes marciales) de Hong Kong, no de lo más espectacular que hemos visto, ni con un argumento que sea nada distinto a muchas otras, pero con una gran calidad técnica y unos actores de lujo, se nota muchísimo la experiencia de todos ellos.
- Lo mejor de la película:
Un gran villano para una película que necesitaba algo de carisma.
- Lo peor de la película:
El personaje de Donnie Yen, tan bueno que da asco, imposible de creérselo.