The Sorcerer and white snake es la clásica historia de Hong Kong medieval que da vida al género Wuxia, con luchas aéreas, amor y drama. El director Ching Siu-tung, famoso por dirigir muchas de las películas conocidas de este género como: Una historia china de fantasmas o la saga Swordsman; y por figurar cómo director de acción o de coreografías de todas las películas de artes marciales actuales como La Casa de las Dagas voladoras o Hero, entre muchas otras; nos presenta un remake de esta historia que tiene origen en la literatura China y que ya se había trasladado al cine en muchas ocasiones, siendo las más destacadas en 1962 con White Snake por Shaw brothers o en 1993 con Green Snake dirigida por otro gran maestro del wuxia Tsui Hark. A priori, el otro punto fuerte de la película es la participación de Jet Li, lo cual hace esperar unas escenas de acción visualmente muy espectaculares y extremas.

La película desde el principio tiene una doble trama con protagonistas distintos, los cuales a lo largo del film irán conociéndose y viendo que sus destinos están todos cruzados por el amor, el sacrificio y la épica.

Por un lado, tenemos Fahai, gran monje y cazador de demonios, que acompañado de su aprendiz vagabundean por el mundo cazando demonios y ayudando a las almas más débiles. Por otro lado, tenemos un espíritu serpiente blanca que observa al mundo mortal junto a su hermana, un espíritu serpiente verde, y que se enamorará de un herborista con aspiraciones a médico. Huang Shengyi, la serpiente blanca, cogerá forma humana para conocer a su amor y vivir con él, mientras que el herborista conocerá al monje dando vueltas por el mundo. Es fácil saber lo que pasa cuando un demonio, por mucho que sea bueno y este enamorado de un humano, y un monje caza demonios, por mucho que sea budista y crea en la redención de los espíritus, se encuentren, no?

Luchas épicas, drama entre enamorados, visiones religiosas y para culminar un final esperanzador pero trágico donde todos los protagonistas aprenden una moraleja, aunque sea a un alto precio.

Al empezar la película, la organización de Sitges le hizo un video homenaje a Tony Ching para entregarle la Máquina del tiempo y rendir culto a toda su trayectoria. En el discurso de entrega, Ching ya nos advirtió que prácticamente todo el metraje estaba realizado con efectos especiales, y aunque creíamos que lo decía para certificar la calidad de la película, después del visionado y ver la mala calidad de los efectos especiales creemos que fue más una amenaza. Además de esto, grandes fallos argumentales como la desaparición de uno de los personajes principales a mitad de la película y su vuelta al final para solucionar toda la trama hicieron que saliéramos muy decepcionados de la sala. Y aunque se basa en una historia clásica de Wuxia con todos sus elementos presentes no es suficiente para salvarla de una dura crítica. El otro punto a tener en cuenta es la actuación de Jet Li, que ya se le nota que empieza a estar mayor para depende de que escenas de acción y que además, otra vez por culpa de los efectos especiales, vuelve a estar estropeada cuando en vez de luchar con buenas coreografías, lo hace con magias y efectos. En definitiva, una película que tenía todos los ingredientes para ser un nuevo éxito y peliculón no ha cubierto las expectativas que teníamos depositadas en ella.

A pesar de ello, aprovechamos para alabar el gran trabajo de Ching Siu-tung durante toda su vida, tal como hizo Sitges en su día, y muy pronto podréis ver un monográfico de este director en Katanas y Colegialas.

• Lo mejor: No deja de ser una historia de Wuxia, el fanático de este género tiene una cita indispensable, aunque advertimos que puede ser que salga decepcionado.

• Lo peor: Los animalitos en 3D que salen durante la película y que infantilizan la historia y sus efectos especiales más parecidos a los de una serie como Hercules y sus viajes legendarios o Xena la princesa guerrera.

https://www.youtube.com/watch?v=0YlEBUAclrY