Black mask, superhéroes oscuros

Black mask

Hoy nos volvemos un poco atrás en el tiempo para ver una de esas películas que habíamos visto más de una vez, pero no habíamos escrito una reseña, uno de esos imprescindibles del cine de Hong Kong, una película de superhéroes practicando artes marciales llamada Black Mask, con Jet Li como protagonista y un estilo muy de Hong Kong de los ‘90.

Black mask
A lo Kato de Green Hornet

Hace unos años, el gobierno de Hong Kong creó un experimento genético para crear un ejército de superhombres, consiguiendo unos especímenes más fuertes, ágiles e insensibles al dolor, pero no tenían forma de controlarlos y decidieron aniquilarlos a todos, dejando sólo unos pocos supervivientes. Nuestro protagonista es uno de esos supervivientes, que ahora intenta llevar una vida pacífica haciendo de persona normal, trabajando en una biblioteca y con un buen amigo policía, que ahora mismo está siguiendo un caso de unos jefes del narcotráfico muertos. Resulta que los culpables del caso son otros supervivientes del experimento, que se intentan hacer con todo el negocio, pero el policía les sigue bien la pista y nuestro protagonista utiliza una máscara para convertirse en Black mask, un héroe que luchará contra los criminales y ayudará a su amigo. Black mask descubrirá sus ex-discípulos como malhechores que, además, querrán alistarlo a su causa, pero acabará combatiendo contra ellos.

Aunque os la hayamos definido como una película de superhéroes, en realidad es de puras artes marciales, como no podía ser de otra manera con Jet Li, con las típicas características del género en esa época: escenas oscuras, acción sin parar, mezclado con algunos momentos de humor tonto e infantil, un guion casi inexistente y un ritmo a tope.

Por supuesto, su punto fuerte son sus escenas de acción, que no se limitan a las patadas de Jet Li, sino que nos ofrecen todo un festival de persecuciones, tiros, peleas callejeras, explosiones… todo coreografiado por el gran Yuen Woo-Ping (Drunken master, Tigre y dragón) que nos brinda un buen espectáculo, aunque alejado del concepto que tenemos ahora de cine de artes marciales en el que queremos que todo sea bien visible, planos largos, etc. En esa época se hacían las cosas de otra manera. Y por supuesto gracias a la gran habilidad de Jet Li, que pega como nadie.

Black mask
Jet Li repartiendo para todos

Vista ahora quizás nos parezca un poco anticuada, sobre todo por la estética y la manera de hacer películas, pero eso no la priva de ser un buen disfrute para los fans de la acción, a veces incluso bastante radical y violenta y sobre todo llena de ritmo; aunque a veces se tenga que saltar la historia o la lógica, o meternos algunas cosas con calzador, pero no nos importa demasiado, no es una película para intelectuales, es una película de pura acción y la historia es lo que menos nos importa. También nos ha sorprendido bastante el haber metido esas escenas cómicas con la chica y la biblioteca, desentonan completamente con el tono de la película si no es que nos ponemos a pensar en maestros como en los clásicos de Jackie Chan, que siempre tenían este tipo de escenas y que llegaron a crear escuela debido a su triunfo.

La película no solo cuenta con Jet Li como reclamo, sino que está directamente producida por Tsui Hark (Zu warriors of the magic mountain, Detective Dee) y dirigida por Dani Lee  (14 blades). Y además de Jet Li, también tenemos la actuación de Lau Ching-wan (Full alert, Mad detective) y Anthony Wong (The untold story, The heroic trio), todo un elenco de altura.

En definitiva, una película llena de acción y artes marciales con el más puro estilo de Hong Kong de los ‘90; quizás hoy se vea un poco anticuada, pero en su época fue un gran éxito, y todavía se puede disfrutar a lo grande; sólo para fans de este tipo de películas.

  • Lo mejor de la película:

Acción a lo bruto.

  • Lo peor de la película:

Esas escenas cómicas y esos malos de risa, aunque a nosotros nos encantan.

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