
Hoy tenemos la reseña de otra película de Netflix, no por afición o porque nos parezca una maravilla, pero recientemente se ha hablado algo de ella y nosotros también queríamos dar nuestra opinión, aunque cada vez somos menos de Netflix y vamos buscando otras plataformas. Se trata de una película coreana llamada Revelations, que es otro thriller psicológico, con la peculiaridad de tratar ligeramente sobre la fe cristiana (aunque ya hemos visto otras películas con curas cristianos y tal).

Un asesino en serie se cuela en una iglesia cristiana persiguiendo a una posible víctima, más tarde, disimulando, el cura piensa que es una oveja descarriada que busca la redención o respuestas en un posible Dios, pero al desaparecer éste, no le presta mucha más atención. Cuando una de las feligresas de esa congregación es asesinada, la policía empieza a investigar, y entre ellos se encuentra una chica que se hizo policía a raíz de asesinato de su hermana, ahora se encuentra buscando a su asesino para vengarse; al mismo tiempo el cura de la congregación cristiana se entera de que su mujer le es infiel y le informan que su hijo ha desparecido; es entonces cuando, lejos de perder su fe, piensa que Dios le está pidiendo que ejecute su voluntad y que le mandó a ese asesino a su iglesia para que pudiera deshacerse de él. Tanto el cura como la policía buscarán al asesino, pero será el cura el primero que de con él y que, por accidente, llegue a matarlo, escondiendo todas las pruebas que lo incriminen, incluso el cadáver. Con la policía investigando y él en el punto de mira, el reencuentro con su hijo (que en realidad no había sido secuestrado) y los problemas con su mujer, el cura cada vez irá cayendo más profundo dentro de su infierno personal, pensando que debe cumplir la voluntad de Dios como sea y volviéndose más agresivo consigo mismo y con sus feligreses. Todo esto y algunos problemas inesperados más llevarán la situación a unos límites insospechados.

La película es muy típica de thriller coreano, una de esas con una buena dirección, una buena fotografía, una buen música, un guion interesante, unos actores muy correctos, algo de violencia… a nivel técnico diríamos que es más que correcta, incluso podríamos decir que tiene una narración muy interesante, aunque sea lineal a nivel temporal, jugando con ese triangulo de personajes, que empiezan sin ninguna relación entre ellos y que cada vez se irán liando más entre ellos hasta acabar como acaban (no os haremos spoilers).
A nivel de lo que esperamos tendría que ser una película como ésta es dónde nos ha fallado; cuando vemos un thriller psicológico (y después de ver unos cuantos venidos de Corea y acabar todos pareciéndose bastante entre ellos), tan sólo esperamos dos cosas muy simples, una tensión que vaya en aumento desde algo bastante tranquilo al principio hasta un final que nos deje las uñas clavadas en la butaca, y el segundo es que nos sorprenda de cualquier manera. Esta película falla en los dos sentidos, en general no es nada innovadora ni siquiera tiene ningún giro inesperado, aunque la historia es buena, todo es bastante previsible y visto ya en anteriores ocasiones, añadiendo el poco interés que nos suscita un tema como las revelaciones religiosas, pues nos hace perder su interés en ella a medida que la vamos viendo; y tampoco la tensión es que sea demasiado potente, sí que es una buena muestra de la locura de un hombre (en teoría justo y honorable) y una de esas películas en las que se muestra un descenso al infierno personal (en este caso un poco simple y light), pero eso es todo, la última escena es algo más potente, pero como tampoco es algo inesperado, no nos ha impactado demasiado.
A todo esto, deciros que la película la ha dirigido nada más ni nada menos que Yeon Sang-ho (Train to Busan, Psychokinesis) por lo que nuestras expectativas eran altas, y quizás eso ha jugado en su contra, el no haber cumplido con las expectativas, ligado a que quizás se ha hecho una película algo más contenida para poder venderla a un público mucho mayor. Tampoco nos quejamos de sus actores, que hacen un buen trabajo en general, el único problema es un planteamiento para nosotros nada extremo para tratarse de un thriller psicológico o comparándolo con los grandes del género.
En definitiva, una película técnicamente con un buen nivel, para un público generalista incluso quizás algo sorprendente e intrigante, pero para amantes del cine asiático extremo como nosotros, se queda algo insulso, sin originalidad ni nada que lo haga destacar.
- Lo mejor de la película:
Técnicamente muy bien hecha. La crítica a la religión.
- Lo peor de la película:
Para nada de nuestro estilo, le falta potencia por todos lados.