Gracias a la plataforma Netflix ya hemos podido ver la última entrega de la saga live action del Guerrero Samurai: Rurouni Kenshin: The final, la que significa una continuación directa de la anterior película y como su título indica, nos da un final de la saga (aunque más adelante tendremos también una precuela); por desgracia, también por culpa de Netflix, veo muy difícil que podamos adquirir la película en formato físico para completar nuestra colección. Como fans que somos del anime original, por supuesto que nos ha gustado ver la película, a pesar de algunas malas críticas que habíamos leído, pero entendemos que quizás no esté a la altura de los dos últimos live action que vimos. Está película se supone que adapta el final del manga, en anime vimos los sucesos en un par de películas separadas de la serie, así que no es una adaptación completamente fiel, pero sigue siendo una buena muestra de cómo el cine japonés está adaptando el chambara a las nuevas épocas y estilos de hacer cine.
La historia se sitúa poco después de la película anterior, con algo de tranquilidad en Tokyo y con todo bien establecido, pero entonces aparece un sujeto extraño, que parece ser el líder de la mafia china (aunque sea japonés), el mismo que vendió las armas a Shishio; pero no viene aquí para hacer negocios, sino que se ha traído a Tokyo todo un ejército de psicópatas maleantes para sembrar el caos y específicamente para matar a Battosai, y es que el tipo es alguien que había tenido una gran influencia de Kenshin en el pasado. Debido a este problema, Kenshin cuenta a sus amigos algo inesperado de su vida anterior y porque este personaje quiere vengarse de él. Después de destruir media ciudad y de que todos los amigos de Kenshin acudan a Tokyo, estallará la gran batalla en la que deberán derrotar primero a todo el ejército malvado y al final la batalla a muerte entre Battosai y su archienemigo.
Y tampoco no os contamos más, hay algunas cosas que le dan gran importancia y drama a la historia, pero no queremos desvelar nada a los pocos que aun no hayan visto el anime.
La película va muy en línea con el resto de la saga live action que ya habíamos visto, sobre todo en cuanto a calidad, diseño de personajes, escenarios y vestuario, estilo de filmación, etc. Es decir, que, aunque se haya rodado unos años más tarde, sigue fiel al mismo estilo para que podamos verlas todas seguidas. Eso sí, quizás en esta parte se entra mucho más a fondo en la parte dramática y el origen del personaje para parecerse un poco más a las películas de anime que no a la serie en la que todo era felicidad y acción.
Quizás este sea uno de los mayores problemas de la cinta, y no es que no nos guste que tenga una parte dramática, si está bien trabajada, creemos que, precisamente esta historia necesita su drama potente; lo que pasa es que en tan sólo dos horas, se ha querido introducir este drama, se ha querido contar una historia y se han querido mantener todas las secuencias de acción que ya tenían las partes anteriores, además de recuperar a todos los personajes de la saga para ofrecer un buen final; y eso ha hecho que la parte dramática no sea todo lo profunda que debería haber sido y nos quedemos un poco con ganas de más.
Pero incluso así, sigue siendo una película bastante completa, quizás la historia no es todo lo interesante o rebuscada que podría ser, pero sirve perfectamente como para darnos un buen final y para introducir toda la acción necesaria. Y aquí está el punto fuerte de la película, las escenas de acción son completamente espectaculares, incluso más que en sus anteriores entregas, con grandes batallas de katanas entre diversos enemigos y uno contra uno, con nuevas armas de fuego y con muchos enemigos con distintos estilos de lucha, mucho más que suficiente como para que no nos aburramos ni un segundo.
También los personajes han sido un gran acierto, no los que ya conocíamos (que siguen exactamente igual como los habíamos visto), pero los nuevos vilanos son aun más irreales, exagerados y parecidos a personajes de manga que nunca, con alguno realmente impresionante.
En definitiva, muchos os dirán que como película es más floja que las anteriores, pero creemos que es un buen final de la saga, con grandes dosis de acción, mucha similitud (en el aspecto estético al anime), con una historia simple, pero que nos permite ver cosas que no vimos antes y en general bastante completa.
- Lo mejor de la película:
Todas las batallas de katanas son espectaculares.
- Lo peor de la película:
Quizás la historia se queda corta comparada con las dos anteriores entregas.